La colaboración social encabeza la lista de reproducción de Spotify

Desde las cintas recopilatorias de décadas pasadas hasta las publicaciones en los medios sociales de lo que estamos escuchando en ese momento, compartir las canciones y artistas favoritos siempre ha sido importante para los amantes de la música. Ese deseo universal de compartir es lo que alimenta el éxito de la plataforma musical Spotify.

Spotify se esfuerza por ofrecer un fácil acceso a toda la música del mundo y poder compartirla de un modo aún más sencillo. El servicio está integrado en Facebook, por lo que los usuarios pueden compartir fácilmente con amigos lo que están escuchando en ese momento. Esta perspectiva social de la empresa no está enfocada solo a los clientes, sino que también es fundamental para el modo de dirigir el negocio. «Así como el enfoque social es esencial para nuestro producto, es lógico que nosotros, como empresa, también seamos sociales», comenta Jonathan Forster, vicepresidente de ventas para EMEA.

Spotify dirige todo su negocio como Social Enterprise, y Salesforce se encarga de todo lo relacionado con la colaboración y el seguimiento del progreso en relación con los objetivos trimestrales para reconocer los logros tanto individuales como de grupo. «Se puede crear un ambiente y una cultura adecuados si se consigue que la gente reconozca su trabajo y el de sus compañeros por igual. Somos seres humanos; necesitamos ese estímulo», explica Martin Lorentzon, fundador y presidente. «Antes era mucho más fácil felicitarse y ‘chocar los cinco’ entre compañeros». Ahora, en cambio, estamos en partes del mundo diferentes, por lo que necesitamos la tecnología para poder hacerlo».

Spotify ha creado una cultura de la escucha, y de la aportación y recepción de comentarios continuas que ha convertido el modo tradicional de estudiar el rendimiento en algo tan poco práctico como un cartucho de ocho pistas. «Me sorprende que las empresas aún sigan haciendo observaciones a su personal solo una vez al año», dice Stefan Enholm, vicepresidente de recursos humanos. «Avanzamos tan rápidamente que es imposible esperar 12 meses para recibir y aportar comentarios acerca de cómo se está haciendo el trabajo».

La empresa ha experimentado un crecimiento vertiginoso: cuenta con un catálogo de millones de canciones que va en aumento y con más de 10 millones de usuarios activos repartidos en 15 países. El crecimiento trae consigo complejidad no obstante, las tecnologías sociales centralizadas nos ayudan a conservar un ambiente de trabajo social, una de las bases del éxito que Spotify está teniendo actualmente.

«A medida que ampliamos el negocio geográficamente, operar como Social Enterprise nos permite trabajar como si estuviéramos en la misma oficina», comenta Forster. «Para nosotros, social significa contacto con las personas. Significa elogiar a nuestros compañeros por su gran trabajo y compartir tanto los problemas como las oportunidades».