Agentes de IA vs. asistentes de IA
Existen muchos tipos diferentes de agentes virtuales y asistentes digitales, por lo que es importante delimitarlos. Probablemente ya hayas usado asistentes de voz (como Siri de Apple) o chatbots de IA, que ahora son comunes en la mayoría de los sitios de comercio. Los asistentes de IA empresarial se especializan en realizar tareas como la programación de reuniones y el manejo de otras tareas administrativas sencillas.
Los agentes de IA y los asistentes de IA desempeñan funciones distintas y ofrecen beneficios únicos en función de sus capacidades.
Los agentes de IA operan de forma autónoma, realizando tareas complejas y tomando decisiones con mínima intervención humana. Si bien existen diferencias entre los agentes de IA y los chatbots tradicionales, los agentes de IA más comunes que se utilizan hoy son los chatbots impulsados por IA (que pueden actuar de forma autónoma, interactuando con los usuarios de formas más complejas que simplemente seguir un árbol de decisiones para proporcionar respuestas) y los copilotos (que pueden aprender de las interacciones y volverse más útiles con el tiempo).
Los agentes de IA aprovechan tecnologías avanzadas como el aprendizaje automático, el procesamiento de lenguaje natural (NLP) y el análisis de datos para ejecutar acciones de forma independiente. Muchos agentes también exhiben un comportamiento de IA de agentes, actuando de manera proactiva para lograr metas basadas en objetivos predefinidos.
Además, los agentes autónomos utilizan la generación aumentada de recuperación (RAG), que combina la recuperación de datos en tiempo real con capacidades de la IA generativa para garantizar que se utilice la información más actual y relevante para sus respuestas o acciones. Esta versatilidad hace que los agentes de IA sean invaluables en situaciones que requieren autonomía, toma de decisiones dinámica y conocimientos actualizados.
Los asistentes de IA se centran en ayudar a los usuarios con tareas específicas a través de la interacción directa. Si bien comparten tecnologías como el NLP y el aprendizaje automático, los asistentes priorizan la accesibilidad, integrando herramientas como el reconocimiento de voz y el aprendizaje basado en el contexto para mejorar la capacidad de uso. Están diseñados para seguir las instrucciones del usuario y proporcionar respuestas personalizadas, y sobresalen en entornos en lo que es primordial un soporte personalizado y fácil de usar.
La diferencia clave radica en la autonomía y la interacción: los agentes de IA sobresalen en operaciones proactivas e independientes utilizando infraestructuras avanzadas como el razonamiento con agentes y RAG, mientras que los asistentes de IA se especializan en facilitar la asistencia interactiva y fácil de usar. Estas distinciones orientan a los profesionales y a las organizaciones para aprovechar la IA de manera efectiva según sus necesidades específicas.