Dos personas entablan una conversación con los agentes de IA alrededor de un gran teléfono inteligente.

¿Qué son los agentes de IA?

Los agentes son un tipo de inteligencia artificial (IA) capaces de entender las preguntas de los clientes y responderlas sin intervención humana.

La era de la IA agéntica

Preguntas frecuentes sobre los agentes de IA

Un agente de IA es un programa informático inteligente diseñado para trabajar hacia un objetivo específico sin ayuda humana constante. Puede observar su entorno, tomar decisiones y luego pasar a la acción para lograr sus objetivos. Estos agentes a menudo se crean para gestionar tareas complejas y de varios pasos desglosándolas en procesos más pequeños. Aprenden de sus experiencias, lo que les permite adaptarse y mejorar con el tiempo.

ChatGPT es una potente herramienta de IA generativa, pero no se considera un agente de IA por sí solo. ChatGPT está diseñado para generar texto y responder preguntas en función de la información que ha aprendido. Si bien puede producir respuestas inteligentes, no establece objetivos ni planifica acciones complejas ni ejecuta tareas en el mundo real sin que un humano le dé órdenes. Es más bien una herramienta sofisticada que podría utilizar un agente de IA. Ahora, también puede crear agentes de IA con ella.

Entre las características clave de los agentes de IA se incluye su capacidad para actuar de forma autónoma, lo que significa que pueden operar sin indicaciones constantes por parte de humanos. También están orientados a objetivos y siempre trabajan para lograr un objetivo específico. Los agentes de IA pueden percibir su entorno, ya sea digital o físico, y aprender de la nueva información. Están diseñados para ser proactivos y tomar la iniciativa para completar tareas, en lugar de simplemente reaccionar a comandos.

Puede encontrar agentes de IA en muchos lugares. Por ejemplo, un asistente personal en su teléfono que reserva citas o pide comida por usted es un agente de IA. En el ámbito de los negocios, un agente de IA puede gestionar un sistema de inventario y volver a pedir automáticamente los suministros cuando se agotan. Los agentes de IA financiera pueden supervisar los mercados y realizar operaciones basadas en reglas específicas. Incluso algunos robots inteligentes que realizan tareas en un almacén son ejemplos de agentes de IA.

Las implicaciones futuras de los agentes de IA son enormes. Podrían automatizar tareas aún más complejas en todos los sectores, lo que aumentaría la eficiencia y la innovación. Las empresas podrían observar una toma de decisiones más rápida y experiencias de cliente altamente personalizadas. Asimismo, implicaría replantear las funciones laborales y velar por que se cumplan las directrices éticas. El objetivo es que los agentes de IA liberen a los humanos para realizar un trabajo más creativo y estratégico.

Las ventajas de utilizar agentes de IA incluyen un aumento significativo de la velocidad y la eficiencia en la realización de tareas. Pueden trabajar sin descanso las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y reducir los errores humanos, lo que produce resultados más coherentes. Sin embargo, hay posibles desventajas. La configuración inicial puede ser compleja y costosa. También existe el riesgo de errores si no se programan correctamente, y carecen de creatividad o juicio humanos en situaciones inesperadas.

¡Vaya que sí! Muchos agentes de IA están diseñados específicamente para marketing y ventas. Para el marketing, los agentes pueden personalizar las campañas de correo electrónico, optimizar el gasto publicitario en tiempo real o incluso generar ideas iniciales de contenido de marketing. En ventas, los agentes de IA pueden calificar a los clientes potenciales, programar llamadas de seguimiento o proporcionar a los equipos de ventas información práctica sobre las necesidades y preferencias de los clientes. Ayudan a automatizar y mejorar varias partes de la experiencia de cliente.

Los agentes de IA son cada vez más comunes en los procesos comerciales cotidianos. Muchos chatbots de servicio al cliente son agentes de IA que gestionan consultas rutinarias y dirigen problemas complejos al personal humano. Los agentes de IA gestionan la ciberseguridad, identificando y bloqueando amenazas automáticamente. En logística, optimizan las rutas de entrega o gestionan los robots de almacén. También ayudan en los servicios financieros, el control antifraude o el asesoramiento de inversión a los clientes.

Los agentes autónomos están diseñados para operar de forma independiente, sin necesidad de indicaciones humanas constantes. Tienen la capacidad de establecer sus propios objetivos secundarios y tomar decisiones para lograr un propósito más amplio. Estos agentes pueden, además, aprender de sus experiencias y adaptar su comportamiento cuando cambian las situaciones. También poseen "percepción", lo que significa que pueden recopilar y comprender información de su entorno, ya sean datos digitales o del mundo real.